De artista ignoto eres bella hechura
mas sabemos Señor que le inspiraste,
pues no basta dominar el arte
para esculpir en Tí tanta hermosura.
Muerto estás, pero expresas tal ternura
a quien con devoción sabe mirarte,
que basta al pecador el contemplarte
para sentirse preso de amargura.
Contraste de pesares y alegría
llena el alma de quien quiere amarte,
pues si se cree causante de tu muerte,
por tu Misericordia, en Tí confía
y como desagravio quiere darte
cuanto no fuere renunciar a verte.
J.T.
Cinceladas, nº 17 , Murcia, Abril 1950